Buenas noches! Os escribo desde el albergue de Boadilla del camino "el camino". Es de la red Bikeline y es guapísimo. Tiene un jardín precioso y los dormitorios son súper chulos. La única pega es la comida. Si llegáis para cenar, bueno. O para comer, lo mismo, pero como tengáis que comer y cenar... Tienes prácticamente lo mismo tanto al mediodía como a la noche.
Hoy hemos pasado el Alto de Mostelares. Durillo. He intentado subirlo pero, dónde voy? Pues eso, a empujar. Una vez ya arriba nos hemos sentado en una caseta de madera a recuperar un poco el aliento. El "techo" de la caseta estaba lleno de escritos. Uno muy gracioso decía "aquí se quedó parte de Txema", seguro que le costó lo suyo... Y después lo típico con nombres y fechas... Y luego había una ecografía con un mensaje "ojalá pudieras verlo". Con estas cosas te quedas un poco chof. A mi me hacen sentir muchas cosas, pero no sabría explicarlo. Pena, tristeza, recuerdo, amor... Bueno, da igual.
Era muy divertido ver cómo llegaban los que subían en bici. Era llegar, tirar la bici al suelo y dar vueltas con las manos en la cintura, exhaustos pero enteros, como campeones. Era muy gracioso. Luego, la recompensa. Una bajada para ir a toda leche. Cómo me gustan!!! Son de esas que te nublan la vista, del traqueteo de las piedras. Notas el corazón en la boca y piensas en todo momento, como me caiga me rompo. Pero una vez más, llegamos abajo sanos y salvos. La etapa de hoy también ha sido facililla. Quitando este Alto, fue todo bastante llano.
Como espero que esto le sirva a algún futuro peregrino, ya sea a pie o en bici, quisiera hablaros de algo. Si podéis, parad en el albergue Convento de San Anton. Una sola palabra, espectacular. Un convento en ruinas. Entrando a un ladito, una puerta daba acceso al albergue. Sin luz y sin agua caliente. La ducha debe de ser con agua fría (ojo si váis en invierno) y por las noches, la única luz, la de las velas, que ponen también en lo que fueron las paredes de esta maravilla. Ahora que lo pienso, me recuerda a la casa "paradiso perduto" de la peli Grandes esperanzas. Sin techos, sólo paredes antiguas. Y la caseta donde te preparan con cariño una cena, otra pequeña maravilla. El hospitalero, Álvaro, de Madrid, súper amable y simpático. Estaba encantado de estar allí. Nos ofreció una cama y la cena, pero tuvimos que decir que no, dado que no eran más o menos las 12am y veíamos que era demasiado pronto para quedarnos ya ahí. Me hubiera encantado, era precioso. Para la próxima, me quedo.
Nada mas por hoy, tendré que publicarlo por la mañana (ahora son las 22h) cuando entremos en otro pueblo, porque cobertura 0%. os he dicho que Orange es una mier*a pinchada en un palo?
(Estoy harta de cenar judías. Entre los que roncan y los que... En fin.)
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estoy harta de cenar judías. Entre los que roncan y los que... En fin.
ResponderEliminarJajajajaja