viernes, 2 de septiembre de 2011

DÍA 3. DE ESTELLA A LOGROÑO

Nos levantamos otro nuevo día, y desayunamos todos juntos también. Tostadas de pan con mantequilla y mermelada de no sé qué, café con leche, galletas... Muy bien también.
Llegamos a las bodegas de Irache. No veas con los peregrinos de a pie. Se estaban poniendo ciegos de vino...Jajaja. He de reconocer que si a mí también me gustara, igual le hubiera dado, pero igualmente, recién levantados, como que mucho no me apetecería tampoco.
Hoy coincidimos con dos italianas que vimos el mismo día que cogíamos el bus en Pamplona. Muy majas, hablo un ratito con una de ellas, y nada, vamos tirando. A veces las pillo yo, a veces me pillan ellas. Así va ésto. Mola un montón. También nos encontramos, en el bar donde me tomo un café doble con una aspirina (chute de la leche), al valenciano de la noche anterior. Sólo verlo y ya me parto el culo.
Llegamos a Los Arcos y la alegría que me entra es tremenda. Le hago una foto, como no. Llevamos un par de días y habré hecho unas 200 fotos... Estoy un poco mal, lo sé.
La etapa de hoy, bueno, nada a destacar. Unas cuantas cuestas y nada más.
Decidimos llegar hasta Logroño, donde nos espera mi amigo mallorquín. Absolut, del foro.
Ah, algo a destacar hoy. Comiendo en Viana, por cierto... Madre de Dios... Qué espaguetis más deliciosos. Increíbles. Lo siento mama, pero creo que son los más buenos que he comido jamás. (mi tete se fue del nido y no he vuelto a probar esos espaguetis fuertes que tanto me gustaban... Ais... Ya ni me acuerdo) Igual es que tenía muchísima hambre, pero vaya tela. Qué buenos, leches...
Pues eso, comiedo, nos viene una señora y nos pregunta en inglés (qué bien me siento entendiéndolo) si las bicis son nuestras. Afirmamos. Nos pregunta si vamos a Logroño y afirmamos también. Esto nos lleva a hacer la obra del día. Al parecer, una pareja canaria, se dejó unas camisetas en el albergue, y esta señora nos pidió que si se las podíamos llevar. Así que una vez en Logroño, fuimos al albergue parroquial donde ellos  estaban, y al preguntar por ellos a un chico que había sentado en la entrada, bingo! Era él! Le dimos la camiseta y nada, un "muchas gracias" y ya ta... Qué soso... Podría habernos invitado a un pinchito o algo, no?
Una vez ya instalados en el albergue, previa reserva hecha por Enric (Absolut), nos dimos una duchita y salimos a cenar los 3. Unas copitas de vino blanco, muy rico (éste sí me gusta) y unos deliciosos pinchos. De foie con queso de cabra y mermelada de algo, de solomillo con roquefort, de gulas con pimiento morrón... En fin, una gozada. Lo malo, que como siempre, a dormir como los pollos. A las 22h ya estábamos en el albergue. Unos cuantos ronquidos, y nos dormimos. Pasé buena noche.

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